Día Mundial contra el Cáncer de Mama: Saca pecho por ellas
: 19-10-2023
El perfil principal de los diagnósticos la ocupan mujeres entre 45 y 65 años. La incidencia del cáncer de mama ha estado en aumento en los últimos años, pero aquí viene la buena noticia: la mortalidad está en descenso. ¿La razón? Gracias a programas de screening que permiten detectar este desafío de salud con relativa antelación, y también, claro está, las mejoras en los tratamientos.
Pero hablemos de esos factores de riesgo, esos elementos que pueden jugar en contra. Hay algunos que no podemos cambiar, como el sexo, la edad o el historial familiar. En cualquier caso, hay medidas que tal vez no conoces y que sí pueden ayudar a reducir el riesgo de mortalidad por cáncer de mama, ¡incluso a prevenirlo!
Se trata, sin duda, de un desafío de salud importante, pero también estamos existe mucha información y medidas preventivas. No hay que subestimar el poder de cuidarte, conocer tu cuerpo y tomar decisiones conscientes.
¿Cómo intentar poner freno al cáncer de mama, teniendo en cuenta los factores que se pueden cambiar? Resulta que mantener un peso saludable y no llevar una vida sedentaria puede reducir el riesgo de cáncer de mama, especialmente después la menopausia.
Un estudio bastante amplio descubrió que perder solo un 5% de tu peso en las etapas pre y postmenopáusicas podría reducir las posibilidades de tener cáncer de mama en un 25-40%, en comparación con las que no pierden peso. Otros estudios respaldan este dato. La obesidad, por otro lado, está vinculada a un mayor riesgo de cáncer de mama. Tener más grasa de la necesaria crea un ambiente inflamatorio que básicamente favorece la reproducción del cáncer.
Otro de los factores importantes es la práctica de actividad física de manera regular. Además, una dieta mediterránea, con abundante fruta, vegetales y pescado, también puede funcionar como escudo ante el cáncer de mama. Pequeños detalles como apostar por cereales integrales en lugar de los refinados puede marcar la diferencia.
Continuando con la alimentación, cobra gran importancia el consumo de carotenoides, compuesto presente en productos como las zanahorias, los tomates o el salmón, entre otros. Por su parte, las legumbres tienen fitoestrógenos, y la soja también es una buena opción.
Y aquí van los consejos más habituales, como son la reducción o supresión del consumo de alcohol y tabaco.
Además, si tienes antecedentes genéticos de riesgo, es hora de hablar con un experto en genética para ver qué medidas puedes tomar.
Así que, en resumen, adoptar hábitos saludables y por supuesto, acudir a las revisiones correspondientes es tu mejor defensa contra el cáncer de mama.
Y si algo te preocupa, ¡no dudes en hablar con tu médico!